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Cuando el golf solo entiende de ilusiones

Para los que no crean que el golf es un deporte democrático les vamos a contar una historia, en concreto dos entrelazadas que van a mezclarse este domingo en el último partido del circuito Web.com.

Una tiene sólo 22 años y la otra 37. Una se llama Maverick McNealy y la otra Jose de Jesús ‘Camarón’ Rodríguez. El primero se crió en una mansión de Palo Alto valorada en seis millones de dólares y pasó por el Harker School, considerado como el segundo mejor colegio de Estados Unidos donde un año de formación tiene un coste alrededor de 60.000 dólares. El segundo se crió en un pequeño cuarto donde dormían los 10 integrantes de la familia. Empezó a trabajar de caddie con 7 años, hasta que una noche oyó llorar a su madre porque no tenían dinero para seguir mandando a los niños al colegio. En ese momento decidió marcharse a Estados Unidos para conseguir ayuda para su familia.

Con 14 años el ‘Camarón’ Rodríguez cruzó el desierto de Sonora y estuvo tres días sin comer hasta que cayó inconsciente. Unos guardas fronterizos le salvaron la vida. Volvería a intentarlo hasta que llegó como ilegal a Estados Unidos. Allí terminaría trabajando de jardinero en un campo de golf siete días a la semana desde el amanecer y hasta la puesta de sol. Uno de sus momentos más felices sería la alegría de su madre cuando recibió los primeros pesos a en casa.

-«¿Es dinero limpio?» -fue su primera pregunta.

-«Ganado con el sudor de mi frente, madre», respondía emocionado el todavía niño ‘Camarón’.

Años después, en el corazón de Silicon Valley, el joven Maverick destacaba en los estudios y accedía a la prestigiosa universidad de Standford, donde sería uno de los alumnos más brillantes; académicamente al graduarse en Ciencias e ingeniería, y deportivamente, como uno de los iconos del golf universitario con 11 victorias y alcanzando el número 1 del Ranking Mundial Amateur. Su padre Scott McNeally, fundador de Sun Microsystems, vendía la empresa por una suma que superaba los 7 billones de dólares.

El ‘Camarón’ después de cinco años de penurias volvía a Mexico, donde se cruzó en su camino el empresario famacéutico Alfonso Vallejo a quien el Camarón había hecho de caddie desde niño. Vallejo siempre le había ayudado y esta ocasión le impulsó a que se dedicara a jugar al golf financiando sus gastos. Comenzó jugando el Circuito Nacional en México, logrando muy buenos resultados y victorias. Pero su primer gran hito deportivo fue tomar parte en el México Open perteneciente al Nationwide Tour (ahora web.com, la segunda división del PGA Tour) donde Rodríguez terminaría séptimo. Con esa posición ganaba el derecho a participar en el torneo de la siguiente semana en Estados Unidos. Emocionado, el mismo lunes, el ‘Camarón’ fue a tramitar su visado y cuando la funcionaria le preguntó si había estado antes en Estados Unidos, el mexicano respondió con el corazón: «Estuve de niño como ilegal». Esa frase hizo volar por los aires los sueños de ‘El Camarón’ que no podría viajar a Estados Unidos ni en aquella ocasión ni en las siguientes que se le fueron presentando. Tuvo que conformarse con seguir compitiendo en su país, más tarde en el Circuito Canadiense para el que obtuvo un visado y donde logró además ganar la Orden de Mérito. También tuvo victorias en el Tour de Lationoamérica. En el año 2014, diez después de su llegada ilegal a Estados Unidos, logró el permiso para poder volver.

Las preocupaciones de Maverick McNealy fueron muy diferentes, concluyendo la universidad, la joven promesa del golf no tiene claro su futuro ni que sus anhelos sean verse de hotel a hotel y de campo en campo. El mundo de los negocios le seduce «me dieron una gran cantidad de oportunidades, y siento que es mi deber hacer todo lo que puedo con ellas. Todavía estoy tratando de descubrir cómo», comentaba en una entrevista a Wall Street Journal.

En el caso de El ‘Camaron’ cuando todo parecía por fin tener sentido, llega la trágica noticia de la muerte de su mentor Alfonso Vallejo, asesinado en un atraco en una de sus farmacias. José de Jesús se hunde y cae en una depresión, quiere dejar el golf. Un psicólogo llamado Carlos Guzmán se convierte entonces en pieza clave de su vida y le motiva a seguir compitiendo. ‘Vas a tirar todo el sacrificio que has pasado’, le repite…

El ‘Camaron’ levantó la cabeza y en unas horas luchará por conquistar su victoria más prestigiosa teniendo como rival al multimillonario chico de Standford que también se sobrepuso a otro tipo de ‘dudas’ para por fin querer ser jugador de golf. El golf no entiende de cuentas corrientes, ni de pasados, solo verá a dos jugadores muy diferentes con un objetivo común; la ilusión por triunfar.