El día que Sergio se jugó unos latigazos

¿Vale todo por dinero?

En el día de ayer Sergio García se la jugó…finalmente fue una descalificación, pero podría haber sido mucho peor. Transcurría el hoyo 8 de Royal Greens y la frustración del de Castellón le llevó a calificar al recorrido saudita como una ‘mierda de campo’ expresión captada por las cámaras que retransmiten para todo el Mundo. Nuestro Compañero Daniel Rius describía la escena en su cuenta de twitter:

Aunque el comentario lo hizo en castellano y pasó desapercibido, la historia terminó con la descalificación del español, no por sus palabras sino por ‘maltratar los greenes del recorrido’, según hizo público el Circuito en un escueto comunicado. «Respeto la decisión de mi descalificación. Como fruto de las frustración he dañado un par de ‘greenes’ y pido disculpas por ello. He informado a mis compañeros de que nunca volverá a ocurrir», dijo García en dicho comunicado. Según otras fuentes, Sergio llegó a dañar hasta cinco greenes y los jugadores del partido que iba por detrás se quejó a la organización.

Dejando atrás la descalificación de Sergio, el titular de este artículo no trata de buscar un comentario frívolo o sensacionalista que capte la atención, hay una dura realidad en Arabia Saudí más allá de de los 18 hoyos.

«Cada día siete personas son ejecutadas en Arabia Saudita que presume además de ser uno de los países con mayor variedad de castigos medievales».

Cada día, siete personas son ejecutadas en Arabia Saudita, que presume además de ser uno de los países con mayor variedad de castigos medievales y de llevar al extremo la famosa ley del Talión. Latigazos por publicar contenido cibernético inapropiado o consumir alcohol, lapidaciones por adulterio o relaciones homosexuales calificadas de sodomía, decapitaciones…etc…,es sólo una parte del integrista código penal saudí. Las últimas vergüenzas al mundo; la flagelación pública del bloguero Raif Badawi, que cada viernes acude a la entrada de una mezquita para recibir 50 latigazos y así durante los 10 años de condena a prisión por escribir en un foro opiniones contrarias al Islam, o el presunto asesitato del periodista Yamal Khashoggi, muy crítico al régimen. Yamal fue descuartizado vivo en una visita a la embajada saudí en Turquía.

Algo más de 13.000 kilómetros separan esta semana dos realidades muy diferentes; mientras Phoenix es el epicentro del despiporre del golf; alcohol, fiesta, conciertos…etc…, todo con la excusa de un torneo del PGA Tour. En King Abdullah el golf profesional llega por primera vez a Arabia Saudí y no habrá ni una gota de alcohol, las mujeres tendrán que cubrirse brazos, piernas y hombros; y jugadores, caddies o acompañantes no podrán compartir habitación en el hotel oficial, salvo que acrediten algún parentesco a través del correspondiente libro de familia.

«Algo más de 13.000 kilómetros separan esta semana dos realidades muy diferentes, mientras Phoenix es el epicentro del despiporre del golf…en King Abdullah… no habrá ni una gota de alcohol…»

Algunos de los mejores jugadores del Mundo o bien ignorantes o insensibles participan de alguna forma de todo este cruel circo, y les hemos visto compartiendo actos de promoción con responsables del gobierno durante esta semana del torneo. Su única preocupación son los birdies o bogeys. Mi pregunta es ¿Vale todo por dinero?. «No soy político», «sólo soy un jugador de golf», son algunas de las justificaciones de los Rose, Koepka, Johnson y compañía. Además de los 3,5 millones en premios, se estima que se han repartido otros 3 más en incentivos para atraer a las principales figuras. Evidentemente el primer culpable de que el Circuito Europeo esté esta semana aquí es el propio European Tour, si bien Keith Pelley parece encantado con la maleta cargada de petro-euros. Cierto es que antes ya han pasado por aquí, Nadal, la Fórmula E e incluso Enrique Iglesias.

Quizás lo que no olvidan todas estas figuras es que su trascendencia a veces supera los límites del escenario, la pista de tenis o incluso del verde del campo de golf, hay marcas que invierten en su imagen, y hay aficionados e incluso niños que les ven como un ejemplo e inspiración. Si me preguntan, lo tengo claro; no todo vale por dinero, me hubiera gustado ver más posturas valientes como la de Paul Casey que públicamente renunció a participar en un evento en Arabia Saudí por las constantes violaciones de los derechos humanos.