Sólo hace unos meses Jon Rahm acudía a Pedreña a dar una exhibición a los socios y vivía uno de los momentos más emotivos de su corta carrera, Jon tuvo la oportunidad de visitar el cuarto de trofeos de Seve, acariciar las dos chaquetas verdes del genio cántabro y recibir de manos de sus hijos una escultura réplica de las manos del ganador de dos Masters de Augusta.
Solo quiero dar muchísimas gracias a Javier, Miguel y Carmen Ballesteros, hijos de mi héroe por abrirnos su casa y por darme este gran regalo! #sevelegend pic.twitter.com/6VHDLBoOYR
— Jon Rahm Rodriguez (@JonRahmpga) December 15, 2017
Este fin de semana Miguel Ballesteros recorre las calles de Augusta National tras los pasos de Jon. «Es muy emotivo, me vienen grandes recuerdos de mi padre». comenta Miguel que visitó este campo acompañando a su padre siendo muy pequeño. Aunque no tiene recuerdos, no puede evitar tener «la piel de gallina» con todos los detalles y comentarios de la gente, los jugadores, la organización… o emocionarse con la foto que se ha hecho este año con Jack Nicklaus y Gary Player y que guardara para siempre.
Historia publicada en la cuenta de instagram de Jack Nicklaus.
Y es que las referencias a Seve en el Masters son continuas en Augusta National. Y uno puede encontrarse hasta en el baño de la sala de prensa con una portada del periódico que hacía referencia a la victoria en su segundo Masters.
Rahm no es el único jugador para el que Seve es una inspiración. Miguel Ballesteros ha tenido la oportunidad de seguir estos días a Rory Mclroy e incluso intercambiar unas palabras con el norirlandés. «Me dijo que lamentaba no haber podido conocer a mi padre pero recuerda mucho el video que pusieron en el vestuario en la Ryder Cup de 2010».
Seve cumpliría mañana lunes 61 años, él marcó el camino del éxito, su legado inspiró el año pasado a Sergio García hasta la victoria. Miguel reconoce que ve cosas de su padre en Jon Rahm. «Tiene cosas de él, sobre todo la confianza en sí mismo». A buen seguro algunos de los pensamientos de Rahm hoy estarán dirigidos al campeón de Pedreña mientras lucha convencido de que la chaqueta verde puede ser suya.
