Vuelve a ser reincidente el hombre de la sonrisa impuesta y los mofletes sonrojados. ‘Kuch’, ‘Kooch’, Matt ‘el dadivoso’ o como quieran llamarle… la ha vuelto a liar. En este caso gracias a una inestimable contribución de Sergio García.
El protagonista de la relación más rácana de la historia entre un caddie y un jugador se medía en cuartos de final del Campeonato del Mundo Match Play con Sergio García cuando sucedió este incidente en el hoyo 7.
La chiquillada y el error es solo de García, y merecido es el castigo de la pérdida del hoyo, pero la versión que nos plantea el PGA Tour con el tweet de arriba, tiene poco que ver con la realidad y aunque el reglamento asista a Kuchar y le de la razón, para mí una vez escuchadas las declaraciones, el comportamiento de Kuchar vuelve a dejar mucho que desear.
Valoración del incidente por los protagonistas
Matt Kuchar explicaba su versión de los hechos justo al terminar su vuelta: «Ví a Sergio fallando el putt. Y cuando miré de nuevo, vi que había fallado el siguiente. Estaba fuera del green y le dije: ‘Sergio, no he llegado a decir nada, no estoy seguro de cómo funciona esto’. No quería que esta situación fuera un problema. Entonces le pregunté a Robby Ware (árbitro del partido): ‘no sé cómo manejar esto, pero no le dí el putt a Sergio y lo falló . Sergio admitió totalmente su error».
«Comenté que no quería que se ganara o perdiera el hoyo. Y Sergio me dijo: ‘Bueno, puedes conceder un hoyo’. No estoy seguro de que esté preparado para conceder un hoyo. Solo quería aplicar las reglas con Robby explicando cómo funcionan. No se trata de ninguna estrategia, no es una táctica de partido, no es nada. Solo fue uno de esos errores que cometió Sergio, una de las partes difíciles que a veces muestra el juego del golf. Me disculpé, ya que no me gustó la forma en la que todo sucedió. Podía haber concedido un hoyo y lo pensé pero tampoco me gustaba esa idea … Es difícil llegar a decir otra cosa que no sea que me limité a lo que el árbitro dijo sobre la regla «. Kuchar concluía: «entiendo que la concesión debe ser verbal, y nos dan estas reglas en los torneos», dijo Kuchar. «Yo solo intento trabajar bien. Trato de ser siempre muy claro. En ese putt de Sergio estaba en la parte de atrás del green y sucedió muy rápido. Sabía que no le había dado el putt, pero nunca fue una táctica ni nada parecido».
«Al final del día soy yo el que cometió el error». Sergio García.
Sergio García también quiso dejar su versión de los hechos: «es bastante simple. Lo arruiné, es tan simple como eso», dijo García. «Obviamente, fallé mi putt, y lo golpeé con la parte de atrás de mi putter antes de que Kuchar dijera algo. Sí, es una pérdida del hoyo y lo entiendo. El único problema que surgió fue que Kooch (por Matt Kuchar) dijo que no quería ganar así el hoyo. Yo le dije que ¿qué es lo que quería hacer? Porque hay muchas opciones que puedes hacer si no quieres ganar el hoyo, a pesar de que yo ya lo había perdido, pero obviamente no le gustó ninguna de las opciones. Al final del día, soy el que cometió el error».
Conclusiones del incidente
Una vez escuchadas las versiones de ambos, tengo clara mi personal opinión, que nada tiene que ver con los colores patrios sino con la ética, compañerismo y deportividad. Primero, solo aclarar que en ningún momento Kuchar dice al árbitro que el putt de Sergio estaba concedido, si no más bien lo contrario. Está en su derecho, sobre todo porque así fue en realidad. Aunque creo que entre compañeros y ante una situación así cada uno interpreta el reglamento y la ética de la forma más conveniente a su conciencia y está claro la dirección que Kuchar tomó; las semifinales y el dinero. Tampoco hubo remordimientos ni intención de restablecer una pequeña porción de justicia divina en momentos posteriores, ¿no se le pasó por la cabeza a Kuchar conceder este putt de par en el hoyo 8?
«La decisión de Kuchar es incuestionable con el libro de reglas en la mano, permitidme que yo la cuestione con el libro de ética deportiva en el corazón».
Tras el incidente, tampoco creo que Sergio estuvo acertado presionando de alguna forma a su rival para que compensara la situación. Solo sirvió para poner en entredicho al supuestamente compungido Matt.
La decisión de Kuchar es incuestionable con el libro de reglas en la mano, permitidme que yo la cuestione con el libro de ética deportiva en el corazón. Libre es cada uno de seguir su camino y el de Kuchar es de momento las semifinales del Mundial y como mínimo los 574.000 dólares que ya tiene en la buchaca. No hay mal que por bien no venga, Kuchar ya ha recaudado dinero suficiente para restituir su parte a aquel caddie mexicano llamado «El Tucán».
