La heterodoxia del campeón NCAA

Oklahoma State arrasó a Alabama (5-0) en la final de los campeonatos universitarios NCAA y logra coronarse como campeón nacional universitario. Los cowboys arropados por un ambiente impresionante (jugaban en casa) consiguieron un triunfo histórico.

Dentro de las muchas intrahistorias de esta final nos quedamos con una de las estrellas de esta final, Matthew Wolff, el hombre que consiguió el punto definitivo que dio la victoria a su universidad. Quédense con su nombre, pero sobre todo con su swing. Esta temporada, Wolff ha sido nominado mejor freshman (jugador de primer año) de la temporada; su media de golpes es de 69,97, la 11º mejor del país y ocupa el puesto 36º del Mundo. Pero lo más sorprendente de todo es el poco ortodoxo swing con el que ha llegado a lograr estos objetivos.

Su movimiento resulta difícil de definir estéticamente, es una mezcla entre Jim Furyk, los swings más clásicos o Bubba Watson, todo combinado con una enorme velocidad del movimiento y una potencia deshorbitada. Desde luego Matthew Wolff no deja a nadie indiferente y resulta sorprendente que en una época de cánones de swing que buscan la perfección, nos podamos encontrar con un jugador tan joven con tanta personalidad.Dará mucho que hablar. ¿Qué os parece su movimiento?