Rory dice basta ya

Ya era hora…llevamos las últimas semanas viendo como los jugadores se quejan, en algunos caso ridiculizan los nuevos cambios en las reglas del golf. Ahora resulta que a las estrellas del golf les preocupa tener que dropar a la altura de la rodilla o atender o no la bandera en green. El verdadero problema es otro, ayer Rory Mclroy estallaba y lo mejor es que lo hizo siendo líder del The Player Championship «Es inaceptable que en la primera jornada hubiera un partido que no pudo acabar su vuelta por falta de luz. Han pasado cinco horas y cuarenta minutos desde mi salida y acabo de firmar mi tarjeta. Esto no lo deberíamos admitir», así de rotundo y brillante estuvo el norirlandés.

La verdadera lacra del golf

Desde Golflick venimos denunciando la auténtica lacra del golf, como decía ayer Mclroy ‘la epidemia’ de nuestro deporte es el juego lento. El año pasado contábamos como la última penalidad por juego lento en el PGA Tour llegó en el Zurich Classic tras 22 años sin penalizar ni a un sólo jugador. Con la campaña #Menosde5horas intentábamos concienciar a los jugadores amateur de la importancia de jugar torneos por debajo de esos tiempos, pero como es posible exigir rapidez a un aficionado cuando las vueltas de los mejores del mundo comienzan a aproximarse a a las seis horas.

La única salida es un modelo diferente de golf; el límite de 40 segundos (que no cumplen) me sigue pareciendo una eternidad para ejecutar un golpe; el golf necesita limitar drásticamente el tiempo de ejecución de cada golpe y endurecer las sanciones por incumplimiento. Mientras, casi todas las estrellas en el PGA Tour se miran el ombligo y eluden el compromiso de tirar del carro y hacer algo para revertir la situación, el espectáculo del golf languidece, con retransmisiones eternas y jornadas tediosas difíciles de conectar con el público. Por suerte Rory ha sido el primero en levantar claramente la voz.