La ovación en el green del hoyo 18 me hizo volver a reflexionar; si Sergio no suma en su carrera al menos una victoria en The Open sería una injusticia histórica. El Open adora a Sergio tanto como él lo hace a este torneo. Como antiguo ganador del British Amateur, ya siendo un niño se fraguó esa especial relación con este histórico evento que celebra su edición número 148. Hoy, ese ‘amor’ se reflejó en el campo con una vuelta más importante de lo que parece. Además, a falta de lo que suceda en la tarde con esta loca climatología, Sergio jugó en una de los mejores ventanas de tiempo. Sin llegar a ser un día de calma, el de Castellón supo aprovechar la mañana de viento y lluvia razonables. Su tarjeta de -3 le da de momento la segunda plaza a un golpe del líder provisional el irlandés Shane Lowrie.
Complicada metereología
Fue entregar su tarjeta el el cielo descargó importantes rachas de agua en Royal Portush, en algunos momentos casi en horizontal. El putt de par en el 18, provocó un nuevo puño cerrado de Sergio y una euforia contenida. Faltan todavía tres días, un mundo, golfisticamente hablando, pero la noticia es que el mejor Sergio García ha vuelto.