José María Olazábal se quedó solo, con la mirada perdida durante unos minutos apoyado en su coche. Era el año 1994 y vestía la chaqueta verde. Deberían ser los momentos más felices de su vida y sin embargo una extraña tristeza le invadía…- ¿es esto todo? -…detrás del glamour del primer major, puede surgir un vacío comprensible según los expertos. «Después de lograr un gran objetivo, algo que has perseguido durante mucho tiempo y por lo que has luchado, ese vacío puede ser una sensación normal”, afirma Óscar del Río, psicólogo deportivo especializado en golf.
Desconozco si hay algo de esta sensación en Sergio García o si el problema es otro: ¿técnico?, ¿mental?, ¿personal?…o quizás un poco de todo. Por las palabras de Sergio desde luego el entrenamiento parece que no esta siendo la solución. «cuánto más entreno, peor le estoy pegando a la bola», confesaba en el PGA Championship.
Por primera vez en toda su carrera Sergio se ha quedado fuera de los playoffs de la FedEx Cup. Ha fallado 8 cortes en 20 torneos (entre ellos los cuatro Majors) y está fuera de la Ryder Cup. En toda su carrera desde el año 1999 Sergio ha fallado sólo 59 cortes, sólo hay un precedente negativo a la altura de este año en su carrera, fue en la temporada 2003 donde García falló el corte en nueve torneos. «Lo que tenga que pasará pasará, si tengo un buen fin de semana será estupendo y si no lo tengo, será estupendo también porque descansaré», comentaba el de Castellón a Golf Channel antes de llegar al fin de semana en el Wyndham Championship en esos momentos había firmado dos vueltas de 66 y 65 golpes y estaba clasificado para los playoffs de la FedEx. Sin embargo, los 70 golpes del último día le dejaban definitivamente fuera. De sus declaraciones podría deducirse que Sergio no parecía tener intención de jugar en Dinamarca la próxima semana.
He aquí el primer dilema de García, la clasificación para la Ryder Cup por méritos propios es ya imposible y sus únicas opciones de estar en Paris pasan por ser una de las cuatro elecciones del capitán Thomas Bjorn. El hecho de jugar en Dinamarca la próxima semana en el último torneo puntuable y en casa del capitán sería toda una declaración de intenciones. ¿Estaría dispuesto Sergio ha realizar ese esfuerzo?
Hasta aquí la parte deportiva, que honestamente no me importa demasiado, fundamentalmente por una razón de peso; Sergio volverá, como lo ha hecho en otras ocasiones, volverá fuerte, volverá ganando. No sé si jugará o no la Ryder (sólo lo sabe Thomas Bjorn), pero estoy seguro que 2019 volverá a ser un gran año. Que a nadie se le escape que estamos hablando el mejor jugador de golf español de los últimos casi 20 años. García irrumpió en el golf cuando Greg Norman daba sus últimos coletazos y en estos años jugadores como Ernie Els, David Duval, Tiger Woods, Vijay Singh, Rory Mclroy, Adam Scott, Lee Westwood, Martin Kaymer, Luke Donald, Jordan Spieth, Jason Day, Justin Thomas o Dustin Johnson han dominado el golf siempre con un denominador común; Sergio García siempre estaba ahí. Ha ido jubilando jugadores, acogiendo a jóvenes estrellas y siempre, cada semana que competía, su nombre era candidato a la victoria. Pero al mayor talento del golf mundial se le ve triste en el campo de golf y tenso fuera de él.
«Siempre hemos arropado y cuidado a Sergio pero también creo que es el momento de llamar a las cosas por su nombre y la educación no está reñida con la frustración»
Al fin y al cabo esto es sólo golf. Recuerdo cuando Jon Rahm me contaba que lo primero que le inculcó su coach mental Joseba del Carmen, siendo todavía amateur, era relativizar lo que sucedía en el campo. Desde entonces Jon confesaba ser más feliz dentro y fuera de las cuerdas. La tensión de Sergio se ha multiplicado este año cuando tiene que hablar con la prensa y mi sensación es que más aún con la española y creo que se equivoca. Siempre hemos arropado y cuidado a Sergio pero también creo que es el momento de llamar a las cosas por su nombre y la educación no está reñida con la frustración. La mayoría de los medios especializados seguirán mirando hacia otro lado, pero la realidad es que Sergio en la mayoría de las ocasiones que las cosas vienen mal dadas, no habla, y cuando lo hace son frecuentes las contestaciones fuera de tono; desde ‘la prensa española es muy flojita…‘, en el Masters al «rapidito que me voy a Castellón…‘ pasando por la últimas y desafortunadas declaraciones en el PGA Championship, que reproducimos de forma completa a continuación.
Al fin y al cabo todos intentamos hacer nuestro trabajo; y por ejemplo no es fácil ni barato viajar hasta St. Louis (Missouri) en muchas ocasiones gastando dinero de nuestro propio bolsillo.
Sólo espero que Sergio esté en la Ryder, sea feliz dentro y fuera del campo y poder seguir teniendo charlas distendidas con él, de esas que surgen después de tarjetas de 65 golpes.