Jon Rahm saldrá hoy domingo con una nueva posibilidad de victoria en el PGA Tour. Tras sus 64 golpes ayer que le catapultaron hasta la cuarta plaza. Aunque el reto será complicado, ya que el de Barrika se encuentra a seis golpes de Justin Rose, cabeza del torneo.
Después de casi dos años como profesional no nos sorprende el juego de Jon, aunque si llama la atención la mejoría que ha experimentado el español en la potencia con su driver esta temporada.
Con la estadística en la mano en lo que llevamos de temporada en el PGA Tour podemos decir que Jon Rahm es el jugador que más fuerte le pega a la bola del Mundo. Hasta esta semana, en 41 vueltas disputadas este año Jon Rahm ha pegado 326 veces el driver logrando recorrer una distancia sólo con su driver equivalente a la que separa Bilbao de San Sebastián.
La distancia media contabilizando todos su drives es de 308,6 yardas, ocupando Jon la primera posición en las estadística de pegadores (contabilizando todos los drives) con dos yardas más de media que su más inmediato perseguidor, Dustin Jonhson.
De los 326 drives, 119 alcanzaron más de 320 yardas, es decir, el 37% de los drives que pega Jon recorren más de 320 yardas.
Por primera vez en su carrera además ha conseguido pegar en lo que va de año cinco drives por encima de las 400 yardas, (el más largo, las 418 yardas que pegó en México), solo dos jugadores ha conseguido este año la misma cifra de cinco salidas superando las 400 yardas: Dustin Johnson y Xander Schauffele.
Es indudable el salto de calidad de la potencia de Jon en esta temporada, manteniendo sus números de precisión (el año pasado alcanzó el 58,7% de las calles) este año está en un 59,5%. ¿Pero donde radica la base ese aumento?. Obviamente la envergadura y fortaleza del jugador ayuda, pero si uno revisa sus estadísticas de radar buscando entender el cambio, resulta sorprendente.
Rahm ocupa el puesto 25º en la estadística que mide velocidad en la que mueve su cabeza del palo, la media de Jon este año es de 118,4 millas por hora (ha ganado 3 millas respecto al año pasado). Además, mejora dos puestos (23º) en la clasificación de la velocidad de bola con 177,09 millas por hora (dos millas más rápido que en 2017). Y su smash factor (estadística que mide la regularidad con la que pega a la bola con el centro del palo) es de 1,498, ocupando el puesto 56 en el PGA Tour. Todos los grandes pegadores están por encima de Jon en estas estadísticas, sin embargo ninguno consigue pegar más largo que el de Barrika. Un jugador que además sorprende por su bakckswing corto.
Desde su entorno apuntan al cambio físico como principal causa de ese aumento. Jon lleva desde final de la temporada pasada trabajando de forma intensa con sus preparadores para sobre todo potenciar el tren inferior (piernas, glúteos y abdominales).
Lo cierto es que los datos están ahí y es todo un espectáculo ver a Jon Rahm esta semana pegando espectaculares drives en los hoyos de Colonial Country Club. Esta noche volverá a darse otra oportunidad con el triunfo.