La tan ansiada normalidad se abre paso entre los dramas del Covid19 de los últimos 70 días. Mientras llega o no la vacuna, el mundo recupera un tímido pulso y con él, el golf. A partir de mañana lunes todos los campos de España podrá recuperar parte de su actividad, la deportiva. El 11 de junio volverá el golf al PGA Tour y lo hará a lo grande. Mientras Jay Monahan, comisionado del PGA Tour y su equipo desarrolla ‘su plan’ que contempla desde los 400 test por semana, a hoteles y aviones personalizados para todo el gran circo del Circuito Americano, donde los que más ganan pagarán más y financiarán parte de los que ganan menos. Incluso el PGA Tour ya ha intercedido con el gobierno para lograr un salvoconducto que permita ‘entrar’ a Estados Unidos al alrededor de 25 miembros del PGA Tour que vivían su confinamiento fuera del país. Por su lado, el homólogo de Monahan en Europa, Keith Pelley intentar componer el rompecabezas que es ahora mismo el Circuito Europeo. Al parecer el último borrador de estructura contempla el inicio de circuito en Reino Unido a finales de agosto, con tres o cuatro semanas seguidas de competición allí. Sería la fórmula para asegurar un ‘field’ digno y la televisión.
La propuesta del Circuito es celebrar Valderrama del 10 al 13 de septiembre
La propuesta del Circuito Europeo para celebrar Valderrama es la semana del 10 al 13 de septiembre. Una fecha que en principio no entusiasma a los rectores del campo gaditano, aunque el previsible acelerón de la desescalada anunciado por el presidente Sánchez que barrunta normalidad para finales de junio, pudiera hacer la fecha en septiembre más atractiva. Sin embargo en lo deportivo, a la espera de poder tener a dos motores fundamentales en el torneo como Jon Rahm o Sergio García, parecen fechas envenenadas. El último torneo de la FedEx Cup termina el lunes siete de septiembre en Atlanta y solo 10 días más tarde se celebraría el Us Open en Nueva York. Es decir los jugadores, siempre y cuando se metieran en entre los 30 mejores del PGA TOUR tendrían que volar el martes a España jugar el torneo y el domingo por la noche o lunes por la mañana reemprender la vuelta a Nueva York para afrontar el Us Open y en principio la semana después, La Ryder Cup. Una paliza. A favor: los tres meses de descanso harán que los jugadores no lleguen tan desgastados físicamente y Valderrama no parece mal test para preparar un US Open. Esperaremos acontecimientos.