El legado de ‘El Pisha’

La mejor experiencia para un golfista menor de 18 años

Son las diez de una noche fría y lluviosa del primer jueves de marzo. Miguel Angel Jiménez, 30 años en el Circuito Europeo, ganador de 21 torneos, de la Ryder Cup… en definitiva uno de los jugadores más importantes y carismáticos que ha dado este deporte del golf, espera paciente en la recepción del hotel Meliá Villaitana Golf; junto a él 12 chavales españoles que han comenzado a vivir un sueño.

Foto Hugo Alcalde

Miguel quiere que ‘sus niños’ reciban al equipo austriaco con todos los honores; José María Rozas, Pablo Ereño, Dani Castrillo, Dani Robles, Elisa Orduna, Ana García, Rebeca Andrés, Paula Álvarez, Alejandro Grau, Alberto de los Ríos, Gonzalo Moreno y Gerardo March todos ganaron su derecho a formar este equipo gracias a su regularidad durante el año en el Circuito Miguel Ángel Jiménez, ahora, pacientes, esperan a los que serán sus rivales durante todo el fin de semana.

Los austriacos alucinan con la primera visión de la cabellera pelirroja de ‘El Pisha’. No se pueden creer que sea el propio Miguel el que les da la bienvenida. Junto al equipo viaja el capitán Markus Brier, primer austriaco en la historia en ganar un torneo del European Tour y el presidente de la Federación Austriaca, Peter Enzinger. 

Es sólo uno de los cientos de ejemplos que hacen el Miguel Ángel Jiménez Junior Match Play un evento único y al jugador malagueño un tipo todavía mucho más especial.

Ver a Miguel comer espaguetis como uno más de los 24 participantes, llevarles agua y fruta al campo, darles clases personalizadas, en definitiva, estar pendiente en cada segundo y convivir durante tres inolvidables días. En el golf amateur hay muchos circuitos y torneos con espectaculares premios, pero lo que han vivido estos niños no puede comprarse con dinero. «Esto queda para toda la vida, espero que sepan valorarlo», nos decía una emocionada madre recién llegada desde Sevilla con sus hijos.

Las horas previas al comienzo de la competición son una locura, Pedro Fernández al frente del Circuito Miguel Ángel Jiménez lleva dos meses dedicado en cuerpo y alma a esta ‘Ryder Cup en miniatura’ (hasta la copa es una réplica artesana hecha en Londres). De pronto llega un paquete enorme, «es una mesa de ping-pong para los chavales», comenta aliviado Pedro. «A Miguel se le metió en la cabeza que los niños pudieran entretenerse después del golf y la compró». Ahora, otra llamada, más bien un disgusto; las bolsas ping personalizadas con la bandera y el nombre de cada niño no van a llegar a tiempo, el temporal que azota Europa las tiene retenidas en Londres.

Cinturón personalizado Elliot Rhodes que Miguel regaló a cada participante.

Es sólo un detalle, cada niño se llevará un equipación completa, con polos, cortavientos, chaquetas, pantalones, gorras, guantes bolas, unas gafas de sol Maui Jim y una sorpresa que trajo el propio jugador malagueño a cada participante, unos cinturones personalizados del torneo de la prestigiosa marca Elliot Rhodes. Un edición limitada que Jiménez quiso hacer para el torneo con valor cercano a los 400 euros por cada cinturón.

 

Aunque es mucho, les podemos asegurar que valor económico o los regalos es lo de menos de toda esta experiencia. La ilusión que transmite Miguel y todo su equipo; las ganas, el cariño; ese es el mayor regalo que cada uno de los 12 niños y sus familias se llevarán a casa, eso y la experiencia, aprendizaje y los valores que Miguel se empeñó en transmitir a los niños desde el primer día. «No tengáis miedo a la hora de conceder el putts a vuestros rivales, sed competitivos pero caballeros y educados en el campo», sentenciaba en su primer discurso. Larga vida a esta iniciativa y a jugadores como Miguel Ángel Jiménez que por encima de todo, transmiten y regalan su amor por este deporte.