Koepka es de esos extraños casos de jugadores que siempre aparecen en las semanas importantes. De esos que son capaces de inyectarse adrenalina y pasar por encima del resto en los torneos señalados en rojo en el calendario. Y es que el 50% de sus victorias son en torneos del Grand Slam. De 20 majors que ha disputado en toda su carrera tiene dos Us Open y un PGA Championship. Koepka con -6 colidera este Masters de Augusta junto al excéntrico Bryson de Chambeau, que protagonizó unos segundos nueve hoyos de videojuego. Terminó con casi hoyo 1 en el 16 (hubiera sido el primero de su vida), embocó desde fuera en el 17 y casi eagle en el 18.
El hombre que quiere controlar todo
Sorprende que el hombre que quiere tener todo bajo su control esté arriba en un torneo que de alguna forma premia la imaginación e intuición, un torneo que invita a que sus jugadores improvisen. Uno de los primeros problemas con los que se encontró DeChambeau es que en Augusta no hay libro de contorno de greenes, con lo que tuvo que intensificar sus entrenamiento en las rondas de prácticas. La otra clave es la mejoría con sus wedges, fruto de 14 horas de entrenamiento la semana pasada hasta que dio con un problema que le restaba efectividad; la curva del ‘spin loft’. El spin loft es el ángulo entre el loft dinámico del palo y el ángulo de ataque, y al parecer había un desajuste en el norteamericano, nada que 14 horas y 125 golpes no puedan solucionar.
Koepka y DeChambeau son solo la punta de lanza de un arranque de Masters espectacular que cuenta con Phil Mickelson (sería en ganador de Major más veterano en la historia), Tiger Woods, Dustin Johnson, Jon Ramh, Adam Scott…en las primeras posiciones.