Ya en el año 300 a.c. el filósofo griego Teofrasto discípulo de Platón y Aristóteles sentenció que el tiempo es lo más valioso que una persona puede gastar. Años después el poeta latino Virgilio dejó escrito su famoso “Tempus Fugit”( el tiempo huye). Si ya entonces el tiempo era importante, se antoja un concepto vital en nuestros días. ¿Cómo encajar entonces una actividad donde consumimos más de 5 horas de nuestras apretadas agendas diarias?. Parte de la madre del cordero. La solución; ¿los campos cortos, el P&P o los recorridos de 9 o 12 hoyos?, quizás, o quizás sólo un parche o una solución a medias para un deporte tradicional de puristas que apenas ha experimentado cambios en el último siglo. Mientras la USGA, el R&A o las diferentes federaciones o instituciones se rebanan los sesos en busca de una fórmula parecida a la de la cocacola que permita detener el descenso de jugadores y hacer el golf más popular y dinámico, nosotros vamos a concentrar nuestros esfuerzos en intentar “reeducar” a los jugadores de golf con el simple y difícil objetivo de intentar rebajar esas eternas partidas de golf cinco horas.
Pero empezaremos por la base, lo más importante; los profesionales, el espejo donde millones de aficionados se fijan. Muchas veces resulta desesperante seguir el golf en Televisión, especialmente en Estados Unidos. Estamos vendiendo que el mejor circuito del Mundo, el PGA Tour es también el más exasperante.
Como muestra, un dato. Durante el pasado mes de marzo con motivo del Zurich Classic, los jugadores Miguel Ángel Carballo y Brian Campbell fueron penalizados por juego lento. Caballo en el hoyo 12 mientras que a Campbell le pusieron en el reloj en el 14. Tras dos malos tiempos a ambos jugadores se les impuso dos golpes de penalidad. Una noticia que no debería llamar demasiado la atención, si no es por otro dato asociado a la misma: la penalidad llega después de 22 años. El úlitmo jugador penalizado en el PGA Tour fue Glen Day (cuyo mote en el circuito es ‘All Day’) en el Honda Classic de 1995. La permisividad de los rectores del circuito americano ha tocado fondo. La media de juego cada temporada es más lenta, en un reciente encuesta, el 84% de los jugadores identifica el juego lento como un problema real y lo peor; las retransmisiones televisivas se hacen insufribles. El efecto rebote provoca que los aficionado se lleven a sus propias vueltas y torneos de fin de semana los malos y lentos hábitos, sumando esto a la menor destreza o habilidad golfisttica de los amateurs el resultado es desastroso y se traduce en vueltas de golf muy por encima de las cinco horas y en consecuencia, el estancamiento, colapso y hasta hastío de nuestro deporte.
A este lado del Atlántico estamos mucho más concienciados, de hecho en el Circuito Europeo desde 1991 ha habido más de 30 penalidades por juego lento. Uno de los últimos causalmente fue Paul Pettersson un jugador norteamericano que disputaba el torneo torneo Golf Sixies.
En resumen los americanos y el PGA Tour es mucho más lento que el Circuito Europeo, pero todavía queda mucho por hacer. Esto es lo que opinan algunos de los jugadores españoles cuando les preguntamos si hay juego lento en el golf profesional.