¿Deporte o espectáculo?

Las Vegas, nueve millones de dólares, 18 hoyos y dos de los jugadores más carismáticos en la historia del golf son suficientes ingredientes para disfrutar en la noche de acción de gracias, aunque no se estile lo del pavo en estos lares, sin embargo, el a priori atractivo planteamiento, no termina de convencer a todos. Aquí unas muestras.

«En mis 14 años de carrera en televisión he sido fuertemente reprobado cada vez que mencionaba el dinero de los premios…y ahora esto?!»

 

 

«Me encanta el golf pero TheMatch se está volviendo grotesco»
Saliendo de mi prohibición de Twitter solo para referirme al twet de Georgie y concluir que esto es todo lo que el golf no debería estar haciendo ahora. Que un hombre gane 9 millones no es atractivo. Este podrido intento de atención será inútil para todos. Patético.»
«Tiger vs Phil es como Mayweather vs McGregor. Ahora mismo hay 100 golfistas que podrían vencer a Tiger/Phil. No es boxeo. Cuando menos personas se llevan las porciones más grandes del pastel, la desigualdad hace señas. No digo que esto sea correcto o incorrecto, solo que el precio a pagar, nos joderá a todos»

No acierto a entender las críticas, ¿qué es lo que realmente irrita a Eddie Pepperell? ¿Qué uno de los dos jugadores gane 9 millones en una pachanga televisada a todo el Mundo?, ¿la puesta en escena del evento? o quizás del mero de hecho de que un jugador como él no esté invitado a esta fiesta del golf la noche de acción de gracias.

Resulta que ahora nos rasgamos las vestiduras porque o Tiger o Phil vayan a embolsarse cerca de 10 kilos. Se han preguntado cuanto van a generar. ¿Cuántos telespectadores van a pagar 20 dólares por ver en directo el espectáculo?. En unos días las cifras responderán por si solas.

¿Acaso no les parece osceno los casi 40 millones netos que cobra Messi por temporada…o los 30 millones de Fernando Alonso, o los 36 de Lebron James?…El acontecimiento verdaderamente extraño en los tiempos que vivimos es que todavía exista una competición como la Ryder Cup donde los jugadores no cobren. Teniendo en cuenta los millones que genera y la postura de algunos de los jugadores (fundamentalmente norteamericanos) o esto cambia rápido o hasta la Ryder correrá peligro de mantener su interés competitivo.

Quizás lo que ha podido molestar a una parte de la audiencia es ver a Woods o Mickelson fotografiarse rodeados de una montaña de dólares. Puede gustar o no la estrategia de marketing y como se ha calentado el ambiente las horas previas al ‘duelo’, es cuestión de gustos, pero no se me ocurre una manera mejor de promocionar este espectáculo y creo que el golf como otros muchos deportes o actividades siempre debe ir ligado al concepto del espectáculo. Evidentemente la base es la deportiva y el hecho de dos jugadores compitiendo match play uno contra otro; pero tanto el envoltorio como todo lo que lo rodea debe ser espectáculo. Los americanos son especialistas en ello. Pero no nos engaños y aparquemos los purismos, la tendencia cada vez es más seguida a este lado del Atlántico, miren si no a Keith Pelley y sus nuevas iniciativas en el circuito europeo o lo que logró Tiriac en el Madrid Masters de tenis que podría aplicar al Open de España de golf a partir de 2019.

Con respecto a Tiger y Phil, se trata de vender o no vender y lo siento por Eddie Pepperell, pero un duelo suyo pay per view frente a por ejemplo Francesco Molinari no produciría ni un cuarto de los pinchazos que presumiblemente tendrá el duelo americano. Ni siquiera emparejar a los dos primeros jugadores del Mundo (Rose y Koepka) tendría el mismo efecto. El interés y el carisma no lo marca solo el palmarés ni las ganancias, hay muchos otros factores que hacen que la gente termine enamorándose de lo que serán sus ídolos y Woods y Mickelson rebosan todas esas virtudes. Sin duda yo seré uno de los millones de telespectadores de todo el mundo que no se perderá el dueño de acción de gracias.