El destino y Thomas Bjorn
No soy de los que cree demasiado en el destino, pero hoy hemos vivido una curiosa casualidad. Mientras acompañaba a Juanito y a sus padres a entrar en Valderrama, el pequeño se apresuraba a acercarse a las cuerdas en el primer hoyo visible; era el hoyo siete y el profesional del partido del proam era Thomas Bjorn. Solo unas horas después, las palabras de Jon Rahm en rueda de prensa me hacía creer un poco mas en el destino. «Recuerdo en 2007 cuando siendo un niño vine por primera vez a ver el Volvo Masters, recuerdo que al primer jugador que vi fue Thomas Bjorn», confesaba Rahm en la sala de prensa. Bendita casualidad.
Su hucha para jugar Valderrama
Juanito me cuenta que tiene una hucha y quiere recaudar dinero para poder jugar Valderrama. Aunque hace poco desde el propio club quisieron invitarle, «le he dicho que ahorre para el carro eléctrico, ya que aún no tiene fuerzas para tirar de un carro manual», afirma su padre Juan Francisco. Justo en la salida del hoyo 8, uno de los socios de Valderrama que está jugando el Proam se interesa por Juanito y tras escuchar la historia de la hucha, invita al pequeño a jugar en Valderrama. «Gracias, ya tengo dos invitaciones», contesta Juanito venido arriba, mientras prosigue su camino alucinando con el campo.
En el hoyo 9 nos encontramos con Sergio García, no le quita ojo. En el green Sergio le firma una bola, es el primer gran tesoro del día para Juanito, al que rápidamente se suman más bolas o una bandera del club donde va recogiendo firmas. Jon Rahm termina en el 18 y antes de que quiera darse cuenta, Juanito, que va sobrado de desparpajo, pasa por debajo de las cuerdas y corre a abrazar al jugador de Barrika. El destino con Thomas Bjorn de por medio les junta físicamente, quien sabe si algún día competirán juntos.