Qué paradójica es la vida del golf en España; tenemos a un vigente ganador de Major como Sergio García paseando su chaqueta verde por el Mundo, un fenómeno llamado Jon Rahm del que todo el mundo habla y que ya es número dos del Mundo; en total tres jugadores en el top-20 mundial, una armada sólida peleando en todos los frentes inimaginables, chicos, chicas, seniors… Nuestros equipos amateur, nuestros métodos o nuestros entrenamientos son la envidia y ejemplo no sólo en Europa sino en todo el Mundo; en resumen, probablemente y con el permiso de Severiano Ballesteros Sota y su generación, vivimos el mejor momento deportivo de la historia del golf. Por si fuera poco somos el segundo mejor destino del Mundo para golfistas.
Sin embargo quedan 56 días para la supuesta celebración de un Open de España fantasma cuya sede se acaba de confirmar (Centro Nacional de Golf), al parecer no hay empresa alguna del IBEX 35, 36 o 37 que quieran invertir un céntimo en golf, la única feria que aúna a la industria golf se suspende 15 días antes de su comienzo, sólo había 37 stands comercializados y mucho me temo que costará ver una feria de golf en IFEMA en el futuro. Se estaca el número de jugadores e iniciativas que ayudan a que crezca como las instalaciones Golf Canal en el centro de Madrid, que funcionaban a pleno rendimiento y daban servicio están siendo derribarlas sin que nadie ni nada haya movido un dedo por evitarlo; por el camino, 58 millones de euros en construirlas, 300.000 en derribarlas y 10 millones más en construir de nuevo un centro para conciertos e instalaciones para deportes ‘tan populares’como hockey o voleibol. Total, las irregularidades de unos, el poco sentido común de otros y el populismo de los de más allá nos van a costar a los madrileños la bromita de 60 millones de euros.
El resumen de estas 270 palabras previas se concentran en muchas dudas; ¿Qué está fallando? ¿En el mismo contexto de éxitos deportivos, pasaría lo mismo en otros países? ¿Cuál es la situación de la industria del golf en España?. Hemos querido trasladar esta pregunta a personas referencias del sector del golf en busca de un poco de luz:
Javier Reviriego, director general R.C.G Valderrama
«Dentro de la industria del golf hay que distinguir en sub industrias; el turismo y la parte deportiva que van muy bien y el juego o los aficionados donde es evidente que estamos estancados; no es fácil ya que creo que las nuevas generaciones derivan el ocio a otras cosas, el golf no se ha vendido bien en los medios. Tenemos el ejemplo del esquí, siendo más caro tiene mucha mejor imagen, ellos supieron salvar los obstáculos. Creo que otro de los problemas es la falta de unión del sector, entre todos deberíamos conseguir la manera de que el golf llegue a más gente con mensajes mucho más claros».
Javier Gervás, director JGolf18, organizador de Torneos.
«La situación no es buena, necesitamos innovar en la estructura institucional que rige el golf y buscar más unión. La industria del golf tiene que recapacitar«
Gerardo Riquelme, Subdirector Diario Marca.
«En mi opinión hay dos factores y dos luchas que hay que pelear; la primera luchar contra la etiqueta de deporte de elite, creo que una tendencia actual de la sociedad es el rechazo absoluto a todo lo que sea o represente elite y esa es una guerra que hay que pelear y ganar. Por ejemplo hay muchas empresas con grandes presupuestos que no invierten en golf seguramente por una mala percepción que se tiene de este deporte. El segundo factor es la degradación de la clase media, al golf lo sostiene la clase media, y con la llegada de la crisis y las dificultades o problemas económicos sin duda es el golf lo primero que han suprimido»
Rocío Aguirre, Directora Unigolf
«La industria está muy desunida, no piensan en grande, no piensan en el golf, solo en su pequeña parcela. Debemos centrar los esfuerzos de todos en promover el golf y quitar la mala imagen»
Claudia Hernández, Presidenta de la Asociación Española de Campos de Golf.
«La industria no va mejor por culpa nuestra. Somos el país de Europa que más turistas de golf recibe y el país de Europa que peor trata al negocio del golf. Todos nos miramos al ombligo, somos individualistas, envidiosos, interesados. Hablo de todos los sectores que componen esta industria. Solo hay un camino; trabajar todos juntos con lealtad al sector».