«Para más información…»

Creo que a estas alturas se ha dicho, escrito, contado casi todo sobre ella, todo excepto  esos secretos y confidencias que se va a llevar a la tumba. No puedo recordar con exactitud una fecha concreta, ni un momento determinado de aquel primer encuentro, supongo que sería en el comienzo del nuevo siglo, cuando yo empezaba en estas lides del periodismo. 

Hay imágenes que se quedan grabadas, la vida transita y pequeños flashes se almacenan en nuestra mente, normalmente experiencias que nos impactan en lo positivo o negativo y aún padeciendo una memoria frágil como la mía, esas imágenes se archivan para siempre en un extraño reducto de la mente. A lo largo de los últimos años conservo varias imágenes y en muchas, está ella. 

Especialmente una. 

Hemos vivido tanto alrededor de ese divino vacío, no más de 30 gramos de aire, pero hay una imagen que nunca podré olvidar. El viernes por la noche en el pasado Andalucía Valderrama Masters de alguna forma se repitió la escena siete años después. 

Recuerdo aquella mañana del 6 de mayo de 2011 en El Prat. La noticia de agravamiento del estado de salud de Seve Ballesteros cayó en el Open de España como una losa..”Se nos va…” confesaba ella con los ojos vidriosos. 

La siguiente imagen fue José María Olazábal terminando su segunda vuelta con 72 golpes, ajeno a todo. Entró en una pequeña caseta donde debía firmar su tarjeta y ahí estaba ella. Recuerdo a Olazábal sentado y a ella de pie con la mano apoyada en su hombro. Recuerdo una breve conversación. Recuerdo como Chema se llevaba las manos a la cabeza y comenzaba a golpear con rabia la mesa con su puño. Recuerdo como él lloraba como un niño y ella le sujetaba la cabeza abrazándolo durante unos segundos eternos y emocionantes. Lo recuerdo y se me eriza la piel. Sólo unas horas más tarde, Seve murió.

El viernes por la noche en Valderrama, Olazábal le devolvía el abrazo en una merecida despedida tras más de 40 años firmando notas de prensa. Quizás muchos la conocerán por el final de sus emails: 

“Para más información:

Mª Acacia López-Bachiller”

Otros muchos la conocimos porque siempre estuvo ahí.