Ya venimos avisando, Adri Aranus, no es un jugador más. El joven catalán es uno de esos tocados con la varita del talento rematado con horas de entreno y sacrificio. En los últimos tiempos, además pulido en la sabia cabeza de Nacho Garrido. El coctel no puede ser más efervescente y empezamos a ver cada semana los resultados.
En el green del 18 del curioso campo de Karen Country Club en Nairobi, Kenia, Arnaus cerraba con fuerza su puño, el putt cuesta abajo de unos cinco metros entraba en el último momento para colocarle empatado en el primer puesto de la clasificación del Kenia Open, en la víspera de la jornada definitiva que podría darle su primera gran victoria. Su vuelta de -6 hoy fue ante todo un alarde de inteligencia y cabeza. Tanto Adri como Nacho Garrido y Joseba del Carmen (parte de su equipo) saben que es ese el factor que distingue a los buenos de los grandes jugadores.
Arnaus fue ganador en el Alps, en el Challenge y evoluciona a velocidad de vértigo semana tras semana. Además de la madurez, el español tiene una enorme pegada, toque y juego corto y probablemente sea uno de los jugadores más metódicos y calculadores de la nueva hornada que pueden verse en Europa. La sensación es que Europa se le queda pequeña, pero tendrá que ir paso a paso, y el primero es intentar ganar mañana y así poder levantar su primer trofeo en el Circuito Europeo.
