Hace 11 años a Jose y sus padres les cambió la vida. Un fallo intestinal impedía al pequeño alimentarse y comenzó el calvario de hospitales en busca de una solución que pudiera salvar a su hijo. El mundo se les vino encima cuando en Cantabria no encontraron una solución, fue en esos momentos de desesperación cuando gracias al Hospital La Paz y a NUPA, Jose encontró su segunda vida.
La dura historia de Jose es sólo una de las muchas que afectan a la familias de la fundación NUPA (Nutrición Parental). En su mayoría niños (también hay adultos) con problemas intestinales que les impide alimentarse con normalidad. La única solución es hacerlo por vía intravenosa a través de un catéter, un modo de supervivencia que a la larga deriva en fallos de diferentes órganos y termina desembocando en un trasplante multivisceral. Desgraciadamente hay muchas familias afectadas por este drama, pero no las suficientes para que esta enfermad sea tratada con normalidad en la seguridad social. Por todo ello, hace 14 años nació la Fundación NUPA, que ayuda a las familias y a los niños desde todos los prismas posibles en los que afecta esta terrible enfermedad.
Este fin de semana el Campo Ramón Sota, en Agüero acogió por segundo año una fiesta donde el golf puso su granito de arena a todos los afectados gracias a la Fundación NUPA. Más de 200 jugadores participaron en este torneo benéfico con tres diferentes salidas a tiro en este coqueto campo cántabro de pares 3. El golf fue la excusa para disfrutar de una exitosa jornada de degustaciones gastronómicas, cuenta-cuentos, una Ryder para los más pequeños capitaneada por el Oso Bogey y McSota y diferentes actividades que animaron la jornada benéfica. El objetivo; recaudar fondos, fundamentalmente para la investigación que podría ayudar a que esta enfermedad deje de ser considerada como rara y los niños y afectados puedan recibir mejores tratamientos y aumentar su calidad de vida.
Al final, el plano deportivo fue secundario, todos se volcaron con la causa, incluidos los profesionales Alfredo García-Heredia y Jesús Legarrea, protagonistas de el Beat The Pro en dos hoyos. Sara Bedia de 14 años, se llevó una de las mayores ovaciones de la jornada al conseguir un hoyo en 1. Sara embocó en el hoyo 2 de 85 metros con un hierro 9, aunque en realidad y sin menospreciar el certero tiro de Sara, el mejor golpe fue el dinero recaudado que hará la vida de Jose y el resto de los afectados de NUPA, un poco más fácil.