Se han disputado en lo que va de año 38 torneos de la élite del golf correspondientes a PGA Tour, European Tour, LPGA, European Ladies Tour y Champions Tour y el golf español de momento ha conseguido acumular 26 top-ten; entre los cuáles destaca una única victoria conseguida por Miguel Ángel Jiménez en el Circuito Champions Tour. No quiero quedarme con este único dato de triunfo, quiero escabar más allá y centrarme en el sorprendente nivel del golf español profesional que nos permite un domingo si y otro también estar pendientes de la actualidad donde tenemos a jugadores peleando por conseguir la victoria en cada uno de los diferentes frentes. Fiel reflejo de lo que hacen nuestros amateurs, logrando conquistas a lo largo y ancho del mundo.
No deja de ser sorprendente y motivo de estudio y admiración ‘extramuros’ que un país con cerca de 270.000 jugadores censados a través de la RFEG (menos del 1% de la población) sea capaz de exhibir este envidiable nivel de golf.
Ahora mismo Jon Rahm y Carlota Ciganda (por primera vez en la historia del golf femenino) están entre los 10 mejores jugadores del Mundo. Hay un total de cuatro españoles (Rahm, García, Cabrera-Bello, Otaegui, Campillo) en el Top-100. Quizás sean aún más sorprendente que por detrás otros nombres como Nacho Elvira, Adri Arnaus, Álvaro Quirós o Pablo Larrazábal también han peleado por el triunfo este año.
Aunque en el Circuito Europeo sólo 15 españoles tienen categoría para entrar regularmente en la mayor parte de torneos, han acumulado 10 top-ten en lo que llevamos de año, ocupado la segunda posición hasta en cinco ocasiones. Han sido hasta seis nombres diferentes de jugadores los que transitaron por la parte alta de la clasificación en Europa.
Entre las chicas sucede algo parecido; Luna Sobrón y Nuria Iturrios rondaron el triunfo, pero otras jugadoras como Noemí Jiménez, Silvia Bañon o Carmen Alonso, etc.. se dejaron ver en el LET. La punta de lanza del golf femenino español la representa la extraordinaria temporada que estaña llevando Carlota Ciganda y Azahara Muñoz en el complicadísimo Circuito Americano Femenino, ellas junto con Beatriz Recari son las únicas españolas con tarjeta regular. De igual forma solo hay tres nombres españoles en el PGA Tour con tarjeta en vigor para 2019 y tanto Rahm como Sergio García o Rafa Cabrera-Bello rallan a un nivel espectacular y todos saben los que es terminar entre los 10 primeros este año; en el caso de Rahm hasta en seis ocasiones.
¿Talento?, ¿trabajo?, ¿carácter español?; un poco de todo y un nada de casualidad, porque buceando en las estadística que puedan aportar un poco de luz al buen momento del golf patrio, nos encontramos una más que posible explicación: atentos:
Más del 12% de los jugadores españoles son juniors
El año 2019 comenzó con 271.170 jugadores de golf en España, lo que supone 914 golfistas menos que el año anterior. Del total de jugadores poco más del 1% son jugadores de primera categoría (handicap 4,4 o mejor), mientras que el grueso de los federados (10,1%) pertenecen a la categoría de jugadores sin handicap. Entre las cifras de jugadores de golf también se incluyen los profesionales que representan 1.547 jugadores del total, es decir, sólo un 0,5% del los jugadores con licencia en España, son profesionales.
Hasta aquí las exitosas cifras de nuestros deportistas podrían seguir resultando sorprendentes teniendo en cuenta el universo y nivel del jugador amateur medio, pero el dato clave de todo es el 12,18% que representa a los jugadores júniors en España, hablamos de un total de 33.033 en 2018. La cifra es realmente espectacular y España está a la cabeza de Europa y muy arriba en la lista de potencias mundiales. Para muestra solo un dato, según la National Golf Foundation en 2017 hubo 23,8 millones de jugadores en Estados Unidos, de cuales 2,7 eran jugadores menores de 18 años, un porcentaje que representa un 11,3% de jugadores junior. El porcentaje medio en Europa de jugadores de estas edades está en torno al 9%, teniendo en cuenta que hay países donde el golf esta poco desarrollado, como Turquía, Rusia o Lituania, donde el porcentaje de jugadores juniors es netamente superior, pero siempre sobre una base de jugadores pequeña y poco representativa.
El efecto Molinari en Italia
En Italia el efecto Molinari de este 2018 ha provocado un leve incremento de jugadores en algo más de 1.000 nuevos golfistas. situándose la cifra total en 91.165 jugadores, de los cuales hay 11.015 juniors, un porcentaje también muy alto que representa un 12% del total, además de los triunfos de Francesco Molinari hay que recordar que Italia se encuentra inmersa en el proceso de celebración de la Ryder Cup de 2022 con todo lo que eso genera.
Los ecos de la Ryder Cup de París
Quién ha vivido en 2018 ese efecto de forma directa es Francia, además el país galo ha logrado en 2018 su cifra récord de jugadores juniors en toda su historia, la celebración de la Ryder Cup en su territorio ha contribuido a ello. Francia ha conseguido un incremento de federados de un 0,6% superando la cifra de 412.000 con un porcentaje de jugadores junior del 2,6%.
Cada uno sacará su conclusión de este informe, para mí una de las claves es la importante masa de niños que sigue jugando al golf España. Otro de los puntos importantes detrás del éxito de nuestros jugadores es sin duda el trabajo de cantera. Es indudable el esfuerzo y talento de los Rahm, García , Cabrera-Bello y compañía, pero no sería justo no atribuir una pequeña parte de su éxitos a la labor que lleva haciendo la Real Federación Española de Golf y las respectivas federaciones territoriales desde hace muchos años y que hoy da sus frutos. La gran generación de golfistas campeones españoles del siglo XX vinieron de la necesidad y de la figura del caddie, los primeros campeones de finales del siglo XX y principios del XXI vienen de las federaciones y trabajo amateur más profesionalizado. Deseo profundamente que veamos pronto al primer jugador español que destaque viniendo de la cantera del ‘Golf en los Colegios’, eso será un paso más.